Dicen que la venganza es un plato que se sirve mejor fría y así la disfrutó y saboreó Víctor Manuel Vucetich, cuando tuvo la posibilidad de volver a enfrentar y derrotar 3-1 a las Chivas de Guadalajara después de su salda del Rebaño.
Sin ofrecer mucho, los Rojiblancos se fueron adelante en el marcador tras un penal polémico donde Celso Ortiz pisó a Christian Calderón y Ángel Zaldívar venció a Esteban Andrada desde el manchón. De villano a héroe, el mismo Gallardo se levantó tras un tiro de esquina y remató de cabeza para emparejar el marcador con el que se fueron al descanso.
Para el complemento solo hubo un equipo en la cancha. Rayados salió a comerse al rival, Ponchito comandó el ataque de los regios. Empezó con una jugada donde el mismo Alfonso ganó en ofensiva, cedió a Janssen que con un taconazo habilitó a Maxi Meza, el argentino asistió a Vegas y éste fusiló a Miguel Jiménez al 59’.
Chivas se desconcertó con el gol y no existió más. El cuadro local no tuvo pies ni cabeza y, sobre todo, estaba desprotegido atrás. La defensa Rojiblanca sufrió cada que Monterrey le llegó, dejó descubierto a Jiménez y pagó las consecuencias. Rayados finiquitó las cosas al minuto 69 con un tanto de Ponchito, que encontró su premio con un disparo desde la banda derecha que se le escurrió al portero del Rebaño.
El final del encuentro se vio manchado con la presencia del grito prohibido que retumbó en la casa del Rebaño y que obligó al árbitro a detener el juego en dos ocasiones. Lamentable.
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