Tigres volvió a poner el corazón y a sacar la garra cuando el equipo parecía perdido. Después de estar insistiendo por 90 minutos con un futbol meramente ofensivo, los felinos ganaron 2-1 a León, desatando el júbilo de un Universitario expectante. Florian Thauvin y Carlos González, los héroes en una noche para los libros.
Los felinos de San Nicolás salieron a comerse a la visita, y se quedaron cerca de lograrlo en más de una ocasión. Entre Rodolfo Cota (tuvo tres buenas atajadas) y la mira desviada de los delanteros locales, el marcador se fue en blanco al primer tiempo.
León la pasó mal y por eso Holan decidió ajustar en el entretiempo. Metió a Jean Meneses, quien lo primero que hizo fue clavar en el primer poste de Nahuel Guzmán un balón que le filtraron por izquierda y dejó en shock a todo el estadio, cuando apenas iban 56’ de partido.
Con el empuje de su gente y el cambio Florian-González, Tigres fue a la carga. Muchas ganas, pero poca claridad. En la audacia de Gignac y la presión del público encontró un par de jugadas peligrosas, pero las más claras fueron para la visita, que de milagro no entró, un tiro de Meneses que pegó en el poste de Guzmán.
Herrera le dio juego a Leo Fernández y empezó a encontrar más espacios. Ahí, la garra salió a flote y prendió el foco conforme el reloj se fue terminando. Al final, dos jugadas colectivas terminaron por abrir el candado de Cota.
Balón pasado que rescató Jesús Dueñas, Charli mandó un recentro de cabeza y Thauvin, sin pensarlo dos veces, la mandó a guardar con una media tijera. Tigres encontró el justo premio después de insistir por más de 90 minutos, pero eso no fue todo… González aprovechó un pase de André-Pierre Gignac para hacer estallar al Volcán al 95’.
Con este resultado, Tigres se va a la vuelta con ventaja en el marcador global. Necesita empatar por cualquier marcador o ganar para meterse a la Final del México A21. La Fiera con cualquier triunfo avanzarán a la final. El sábado a las 21:00 la revancha en León.
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