Tan sólo 24 horas después del triunfo de su líder Primož Roglič en Orcières-Merlette, Wout Van Aert se ha tomado un descanso en su tarea de gregario para regalarle una segunda victoria consecutiva a su equipo, Jumbo-Visma, en la meta Privas. Un final al sprint, menos masivo de lo esperado, a raíz de un movimiento de Ineos-Grenadiers en el último momento (a 9 km del final), que intentó provocar algún abanico. El belga, revelación del pelotón desde que se reinició la temporada con victorias en la Strade Bianche y Milan-San Remo, tenía carta blanca hoy y no ha dejado escapar su oportunidad. Consigue su segunda victoria de etapa en el Tour, un año después de su triunfo en Albi, donde ya ganó en una etapa protagonizada por el viento. Debido a un abastecimiento no autorizado en los últimos 20 kilómetros, Julian Alaphilippe, ha sido sancionado con 20” y pierde su maillot amarillo a favor de Adam Yates (Mitchelton-Scott), que se convierte en el nuevo líder de la general.
Un día después de la primera llegada en alto del Tour, no hay abandonos que lamentar en la salida de Gap. 172 corredores toman la salida desde la soleada localidad de los Altos-Alpes. Tras un intento de fuga, sin éxito, por parte de Kasper Asgreen, compañero de equipo del maillot amarillo Julian Alaphilippe, en el kilómetro 4, nadie parece querer mover ficha para formar la fuga. Todo el mundo prefiere rodar tranquilo en el seno del pelotón.
El pelotón llega agrupado al sprint intermedio de l’Éspine, en el km 48. Sam Bennett (Deceuninck-Quick Step) impone su punta de velocidad y le arrebata virtualmente el maillot verde a Peter Sagan (Bora-Hansgrohe). Ambos habían comenzado la etapa igualados a puntos en la pelea por el jersey de la regularidad. El ritmo es moderado en un falso llano descendiente que acompaña al pelotón en su despedida provisional de los Alpes. Deceuninck-Quick Step, equipo del líder Julian Alaphilippe y Jumbo-Visma, formación en la que milita Primož Roglič, se suceden en cabeza del pelotón para imponer sus respectivos ritmos sin forzar a sus gallos.
Dos puertos puntuables de cuarta categoría esperan al pelotón en la parte final de la etapa. Benoît Cosnefroy (AG2R La Mondiale) aprovecha para adelantarse en ambas cimas y coronar el primero, reforzando así su liderado en la clasificación de la montaña. El viento de Mistral que sopla primero de costado y luego en contra, agita un poco al pelotón que rueda tranquilo a pesar de una caída de Sepp Kuss (Jumbo-Visma) y un pinchazo de Richard Carapaz (Ineos-Grenadiers). Ambos logran reenganchar rápidamente con el grupo. Un intento de abanico provocado por el equipo Ineos-Grenadiers corta el pelotón en dos, pero no consigue atrapar a ningún favorito. Finalmente, la victoria se juega al sprint. El belga Wout Van Aert, con libertad para zafarse por un día de su rol de gregario de Primož Roglič y Tom Dumoulin, impone su explosividad y triunfa por delante del neerlandés Cees Bol (Sunweb) y de Sam Bennett, nuevo maillot verde.
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