En caída libre continúa el proyecto llamado Javier Aguirre, pues ya ni en su casa los respetan y este sábado el equipo que llegaba como colero en la porcentual, se plantaron en el Gigante de Acero y borraron a unos tristes Rayados a los que derrotaron 2-0.
Un juego gris y sin idea, así salió el equipo del Vasco. Desde el minuto 1, la afición se metió como nunca: todos pedían la salida de Aguirre e, incluso, de algunos directivos.
Rayados salió con todo, pero el punch ofensivo duró muy poco, porque San Luis sabía que debía aprovechar al mal momento del local, si pretendían aspirar a salir de la zona porcentual. Y pasado el ecuador de la primera parte castigó a Rayados. Jhon Murillo le comió la espalda a Stefan Medina, se lanzó solo por la banda izquierda y, frente a Andrada, no perdonó.
Los de Aguirre intentaron por todas las formas abrir el cerrojo de Marcelo Barovero, pero no encontraron la llave. Para la segunda mitad, más de lo mismo: intentos sin profundidad y sin mucho peligro para el Trapito.
El Vasco lo intentó con todo el arsenal disponible: Luis Romo, Joel Campbell, Vincent Janssen, Erick Aguirre y el Platano Álvarado, pero el resultado fue el mismo. Por si esto fuera poco, a 10 del final, otro contragolpe de San Luis terminó por poner el último clavo en el ataúd. Abel Hernández se instaló en el área y, con un zurdazo cruzado, sepultó las ilusiones del Monterrey.
Y Ahor quién podrá salvar al Vasco
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