A un par de días de que cuestionaran al técnico por su constante participación en las alineaciones de Pablo Guede, Rodrigo Aguirre, dijo presente y le dio tres puntos a Necaxa en su visita al Gigante de Acero, ante unos Rayados que no da una. El equipo de Javier Aguirre dejó mucho que desear, en parte, por la alineación alterna que sacó y otra por la forma en la que cayó.
Un primer tiempo aletargado, donde no pasó prácticamente nada de relevancia en los arcos y, lamentablemente, lo que más destacó fue un rodillazo del propio Aguirre a Duván Vergara, que lo obligó a abandonar el partido.
El protocolo de conmoción cerebral brilló por su ausencia pues, aunque los médicos checaron al colombiano, permitieron que volviera a la cancha y él mismo se tiró para pedir su cambio. El mediocampista salió en ambulancia directo al hospital.
Para el segundo tiempo todo cambió: a Javier Aguirre le tomó una hora darse cuenta que su equipo fue inoperante y regaló los primeros 45 minutos. Mandó toda la carne al asador: le dio ingreso a Funes Mori, Charly Rodríguez, Celso Ortiz y Stefan Medina, quienes le cambiaron la cara al Monterrey; se fue para adelante y tuvo chances, pero la misma dolencia de siempre le afectó, la contundencia.
Necaxa salió sin mucha idea, pero conforme el reloj fue avanzando, los de Pablo Guede fueron creciendo.
En el agregado, Rodrigo Aguirre le ganó el cabezazo a dos defensores albiazules y la mandó a guardar. Así sin más, Rayos le robó una noche que tenía que ser una fiesta por la previa de la Final. Eso sí, los abucheos sobre el equipo de Aguirre no se hicieron esperar: cuarto partido al hilo con derrota y previo a una definición internacional.
Con el triunfo, Necaxa llegó a 17 puntos y se colocó momentáneamente dentro de los 12 primeros en la tabla general. El Equipo de Aguascalientes enfrentará a Mazatlán el próximo viernes en el Estadio Victoria.
Comments