Después de la tormenta, llega la calma. Así fue el partido para Tigres en el TSM, pues sufrió en la primera parte con un Diego Valdés intratable y encontró en André-Pierre Gignac el rayo de luz para encarar la vuelta en el Universitario. Fue triunfo de Santos por 2-1, que deja todo abierto para el domingo.
Las dos posturas quedaron claras desde el principio: de un lado, un equipo local que salió a comerse a su rival. El hambre fue tal que se lo devoró en solo 12 minutos, porque a esa altura de partido ya iba 2-0. Del otro, un conjunto que esperó a ver qué pasaba y cuando se despertó ya tenía dos tantos en la canasta.
Valdés tomó el volante de Santos e hizo lo que quiso durante los primeros 20 minutos del partido. Rápidamente, al 4’, aprovechó un centro, le ganó la espalda a Salcedo y la mandó a guardar, desatando el júbilo en la tribuna.
Los Guerreros le pegaron un repasón a los felinos y, de la mano del Eduardo Aguirre, al 11’, pusieron contra las cuerdas a los del Piojo. Pase al centro y el Mudo le ganó en el mano a mano a Nahuel Guzmán.
En el complemento se voltearon los papeles. Tigres salió a morder a Santos, le robó la pelota, comenzó a tirar centros y a meterse al área con mucho peligro. Intento tras intento, pero ninguna jugada logró inquietar al joven guardameta lagunero.
Tuvo que llegar una genialidad de Gignac, quien volvió al gol en el momento más importante para su equipo. El francés sacó un zapatazo de volea desde fuera del área y la puso en la esquina inferior izquierda de la portería de Acevedo. El genio francés frotó la lampara y le dio vida a los felinos en la serie.
Con esto, Tigres necesita un gol para irse directo a las Semifinales, pues la posición en la tabla le da el pase. Por su parte, Santos con el empate 0-0 o ganando por cualquier marcador está dentro de la antesala de la Final.
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