Contra todo pronóstico, Rayadas dio cátedra de temple en el Estadio Universitario, tras mantener el 0-0 durante 90 minutos reglamentarios, las albiazules de Eva Espejo hicieron historia dando cuenta de Tigres Femenil en tanda de penales. El trofeo se tiñó de azul y blanco y la segunda en el escudo, llegó para la escuadra rayada. Eva Espejo cumplió su sueño, uno que tanto se le había negado. Alejandría Godínez, una muralla.
Con el silbatazo llegó el momento de soltar la presión. Toda una primera parte, las albiazules se comportaron a la altura ante unas felinas que, si bien, tuvieron más tiempo el balón, batallaron y bastante para encontrar un cerrojo.
Desirée Monsiváis, la killer histórica de la Liga MX Femenil, con más de un centenar de goles en su cuenta personal, perdonó un par de ocasiones. La más clara: asistencia de Diana Evangelista que la dejó completamente sola y Cecilia Santiago achicó con creces. Tigres no desesperó, pero la primera parte se esfumó sin hacer daño.
Para el complemento, una mala dosis de fortuna para Katty, quien se tuvo que ir de cambio luego de un fuerte encontronazo con Alejandría Godínez, pero a la vez tras no estar en su mejor ritmo físico y técnico.
Al final, pesó la baja de Mayor: María Sánchez y Fernanda Elizondo terminaron compartiendo la punta, en algo completamente inusual. Rayadas cerró mejor los espacios y nada para nadie. Por primera vez en la historia, un Clásico se fue sin goles en tiempo reglamentario y el drama de los penales hizo de las suyas. El Volcán se heló apenas se escuchó el silbatazo final, pero conforme se acercó la tanda desde los once pasos, comenzó la presión sobre la visita.
Godínez vs. Santiago, por donde se le viera, era un platillo digno de cerrar una Final que tuvo a todos en el filo de la butaca.
Como si se tratara de un Déjà vu con respecto al torneo de Apertura 2018, Tigres fue un caos en tanda de penales: tres disparos errados por parte de Nancy Antonio, Lizbeth Ovalle y Nayeli Rangel. Del lado contrario, puntería fina al cien por ciento. Rayadas campeón en suelo ajeno.
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