Cuando todo parecía indicar que la racha negativa de los Pumas, terminaría en seis duelos sin victoria, en un eterno tiempo de compensación apareció un cabezazo de André-Pierre Gignac para alargarla a siete encuentros. Los Tigres sufrieron, pero al final rescataron un punto de su visita al estadio Olímpico Universitario. Empate (1-1) que supo mejor a los del norte que a un golpeado equipo de Andrés Lillini.
Miguel Herrera aseguró en la conferencia previa a su visita a la Ciudad de México, que jugar en el Estadio Olímpico Universitario de noche mejoraría el espectáculo por parte de ambos equipos, pero no fue el mejor y hasta sufrió para conseguir el empate. Quedaban escasos 120 segundos para que los Pumas volvieran a ganar, pero al 90+6 apareció el atacante francés para salvar del descalabro a su equipo.
Después de tantos golpes recibidos y humillaciones, llegó la calma para los de El Pedregal y el primer triunfo desde la llegada del brasileño Dani Alves (Jornada 5 vs Mazatlán FC) estaba cerca, pero fueron incapaces de sostener la ventaja. El cuadro auriazul no gana desde el 17 de julio, cuando vencieron al Necaxa con marcador de 1-0. Desde entonces, siete duelos sin conocer la victoria.
Al minuto 46, recién comenzado el segundo tiempo, Juan Ignacio Dinenno recibió un balón de Leo López, ingresó al área y disparó a segundo poste para vencer a Nahuel Guzmán. La entrada en el Olímpico Universitario no fue la mejor, pero la alegría fue la misma, Pumas ya lo ganaba.
Tigres dejó escapar claras oportunidades en el primer tiempo y para la segunda mitad las sufrieron, se adueñaron de a poco del esférico, pero Pumas hizo bien lo que no había podido: defender bien.
Entre las múltiples lesiones (Arturo Ortiz, Higor Meritao, Eduardo Salvio y Julio González) y cambios estratégicos, Andrés Lillini volvió a sentir esa tranquilidad que sólo puede dar el triunfo después de mucho tiempo oculto, se le notaba sereno, pero al final fue el mismo sentimiento de los últimos días.
Tigres se fue al frente, se agregaron ocho minutos y el sufrimiento parecía interminable y así fue. Dos minutos se convirtieron en tres días, los mismos que deberá esperar terminar con su agonía. El sábado visita ni más ni menos que al Guadalajara. Prueba inmejorable para pulverizar sus fantasmas.
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