Una vez más la soberbia de Javier Aguirre quedó plasmada en la actitud de unos Rayados que viajaron al otro lado del mundo para consumar un nuevo fracaso para el club regio en esa aventura llamada Mundial de Clubes, al caer 1-0 ante el Al Ahly de Egipto.
Al Ahly llegaba a la competición con 13 bajas, ya que 6 de sus principales jugadores se encuentran con la selección egipcia en la Copa Africana de Naciones, además de 2 lesionados y 5 elementos con Covid, a eso sumado su entrenador, Pitso Mosimane, quien también dio positivo hace un par de días.
El equipo de Rayados, tuvo la mayor parte de la tenencia de la esférica, pero si no la tratas con cariño, ella no te responde. La oncena mexicana se mostró desconectada entre líneas y con poca coordinación y mucha imprecisión.
Al-Ahly, por su parte, conscientes de sus limitaciones por las bajas, se dedicó a contragolpear, tuvo poca posesión, pero las jugadas más claras en ofensiva. Si bien no fueron muchas, sí las suficientes para poner nervios a Esteban Andrada, al que su defensa no le ayudó demasiado.
Para el inicio de la segunda mitad, se le vino la noche a los de Javier Aguirre. Tanto habían criticado a Hugo González, que decidieron traer a Andrada y un centro mal rechazado por el argentino, resultó en un remate a quemarropa de Mohammed Hany para adelantar a los Diablos Rojos.
Luego del gol, Monterrey sólo tuvo una acción de gol en el resto del partido, un cabezazo de Ponchito González. Javier Aguirre hizo cambios, pero sólo para amontonar elementos en ataque, no Gallardo, ni Janssen, ni Cambell hicieron diferencia.
Al final, la soberbia del entrenador y pésimo nivel de Rayados cobró factura. Al-Ahly se quedó con el pase a las semis y jugará ante Palmeiras el martes. A Rayados sólo le quedará ir por el quinto puesto ante el perdedor del Al-Jazira vs. Al-Hilal.
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