Por mi raza hablará el espíritu, dice el lema de la UNAM. Y en base a ese espíritu, el equipo de los Pumas se recuperó de un 0-3 en contra ante el New England Revolution en los cuartos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf, para llevar el partido a la última instancia y conseguir su boleto a semifinales.
Los universitarios necesitaban un gol en la primera parte para aspirar a competir en la serie, y fue “El Comandante” Juan Ignacio Dinenno quien alimentó la ilusión pasada la media hora de juego. El argentino llegó a empujar con el muslo un balón que parecía no tener destinatario.
Para la segunda mitad los felinos salieron a comerse a su rival, y fue a penas al 49', cuando Dinenno firmó su doblete y el Olímpico Universitario estalló de algarabía. Se asomaba la remontada de los dirigidos por Andrés Lillini.
Diez minutos después, Sebastián Saucedo aprovechó un mal rechace de la zaga estadounidense y dentro del área sacó un disparo que sorprendió al arquero. Los aficionados no lo podían creer, el marcador global se había empatado.
El encuentro terminó de esa manera y ahora Pumas sabía que tenía un arma bajo los tres palos. Alfredo Talavera salvó a los Pumas en par de ocasiones durante el partido y mandó todo a los penaltis. El destino indicó que él sería el héroe de la contienda atajando un cobro penal.
Juan Ignacio Dinenno convirtió desde los 11 pasos su tercer gol de la noche y los Pumas accedieron a las semifinales cuando parecía imposible y ahora enfrentarán al Cruz Azul por un boleto a la final de la Concachampions.
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