Héroe, rey, semidios, todos esos adjetivos eran propiedad de André-Pierre Gignac con los Tigres. Hasta que esta noche se convirtió en villano, al encabezar la debacle de los regios que quedaron fuera de la Copa de Campeones de la Concacaf al caer en penaltis (3-4) ante el Columbus Crew de la MLS.
El gol que marcó André-Pierre Gignac (3’), gracias a un gravísimo error del portero Patrick Shulte, abría el camino para que los Tigres tuvieron una noche tranquila.
Una noche sin problemas, el pase estaba más que concretado, pero… El que perdona pierde. Más allá de aprovecharse del momento psicológico, crecerse, dio por ganada la eliminatoria con mucho tiempo por delante.
Prácticamente Tigres comenzó a pelotear, a mover la pelota, hacer que el Columbus Crew corría tras el balón, que se desgastara…
Para la segunda mitad, el Columbus se comenzó a crecer, se comenzó a acercar a la portería de Carlos Rodríguez. Se le pudo marcar un penalti a los felinos, pero el árbitro guatemalteco Bryan López se hizo de la vista gorda. Pudo haber visto la roja Guido Pizarro, pero la acción, un claro pisotón, pasó de noche para los silbantes.
Hasta que sucedió… Diego Rossi aprovechó la indolencia regia e igualó (60’). El Volcán otra vez se calló. El partido estaba igualó en todos sentidos (2-2 en el global).
En los 90 minutos, el juego terminó igualado a un gol, para con global de empate a dos mandar el juego a penaltis. Y ahí todo acabó a favor del cuadro de la MLS.
Inició la serie Gignac, el infalible y falló. Siguió Pizarro, el capitán, y su disparo también fue detenido. Columbus no fallaba.
Los Tigres llevaron la tanda hasta el quinto penalti, gracias a una falla de los estadounidenses, pero el quinto movió las redes del Universitario y la eliminación del equipo mexicano se concretó.
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