Por: Víctor Antonio García Soto
Vaya forma de iniciar la semana para los aficionados del Necaxa quienes recién digieren su eliminación del torneo Apertura 2022, y por si fuera poco, la directiva ha anunciado la salida de su timonel Jaime Lozano.
Los rayos terminan la temporada de nueva cuenta en la etapa de repechaje del torneo, con algunas centellas de ilusión, pero con una verdadera tormenta eléctrica en el rendimiento del equipo.
Equipo que al principio del torneo fue junto a Toluca y Juárez, uno de los que más cambios presentó en su plantilla, con nada más y nada menos que 8 refuerzos, para enfrentar un torneo que pintaba desde el calendario ser complicado y diferente. Muchas jornadas dobles, pocos descansos y mucha presión, era lo que anunciaba el Apertura 2022.
Los Rayos del Necaxa inician el torneo de una manera interesante, empatando y ganando partidos clave que lo posicionaban en las primeras posiciones del certamen. Sin embargo; el equipo nunca pudo fraguar el estilo de juego que se proponía Lozano. Un plantel que jugó con corazón pero que terminó agonizando en lo anímico tras el violento estado físico que demandaba este torneo.
Un equipo, que pudo evitar enfrentarse a un plantel como lo es tigres o que incluso pintaba para evitarse el repechaje y clasificarse directo a la liguilla del futbol mexicano. Lamentablemente los Rayos se fueron desdibujando al tiempo que maduraba el torneo y mientras se iban perdiendo puntos jornada tras jornada, otros equipos se fortalecían y se adueñaban de las primeras posiciones de la tabla.
No cabe duda que el gran dolor de cabeza para Necaxa fue el tema físico, una pieza clave que no dejaba al equipo poder terminar los 90 minutos con una regularidad en el estilo de juego.
Un estilo de juego que se adueñaba del balón y que se le plantaba al rival por más fuerte o débil que fuera, uno que era capaz de incomodar y en ocasiones ser el primero en anotar para poner en aprietos al equipo contrario; sin embargo, para los segundos 45 minutos el equipo se olvidaba del balón y muchas veces los cambios no podían dar el oxígeno necesario para recobrar ese buen funcionamiento.
Jaime Lozano y su ‘Jimmyneta’ dejan a Necaxa con la espina de poder clasificar a la liguilla, objetivo donde se quedaron a nada de conseguirlo en dos ocasiones. Actualmente, el equipo se posiciona en el lugar 14 de la porcentual, lo cual, no debería causar mayores problemas, ya que con un mejor torneo, Necaxa podría quitarse ese peso de encima en caso de que la federación decida regresar el descenso en el futbol mexicano.
Para el siguiente torneo, lo más probable es que Jaime Lozano estará probando suerte en otro equipo del futbol mexicano, mientras que del equipo hidrocálido, ojalá se pudiera pensar en un proyecto que posicione al equipo entre los primeros lugares y que puedan cruzar esa barrera del repechaje que desde el 2019 no pueden finiquitar, esperemos que el próximo torneo Necaxa ofrezca una propuesta interesante que pueda regresarle la alegría a su afición.
Porque Necaxa está por cumplir 100 años de historia y también 25 años sin ser campeón del futbol mexicano.
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