Para los clavadistas y medallistas olímpicos, Iván Alejandro García Navarro y Germán Sánchez Sánchez, la cuarentena a causa del COVID-19 ha sido complicada, ya que ambos se alistaban para buscar su boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Como se sabe, los JO se pospusieron para el próximo año, por lo que, para Iván García, la noticia del aplazamiento de la justa olímpica fue muy dura: “tanto Germán (Sánchez) como yo nos estábamos preparando para Tokio en este 2020, y de la noche a la mañana hacer cuarentena, quedarnos en casa sí fue muy complicado porque los dos estamos acostumbrados a un ritmo de vida muy agitado, entrenamos 9 horas al día y de repente no hacer nada fue muy complicado”, señaló.
Iván García agregó que hoy en día tiene varias semanas trabajando preparación física con su entrenador especial, llamado Adrián; “estamos haciendo algo aquí en casa, aunque sea para no perder la fuerza ya que el deporte es muy celoso, más los clavados, podemos perder en dos meses lo que logramos en dos años; estamos intentado hacer actividad física en casa, obviamente no tenemos alberca, pero, aunque sea un poco de fuerza sí, para cuando regresemos a la actividad no estar tan mal”, indicó.
A Germán Sánchez, la pandemia del coronavirus que vive México y el mundo, lo ha llevado a entrenar en su casa en Guadalajara. “Con mi familia tomamos le decisión de venir a un pueblo pequeño donde no hay nada, nos estamos aislando de todo lo que se está viviendo, la verdad aquí estoy entrenando muy a gusto, muy tranquilo, porque hay un gimnasio que me presta un amigo y creo que me estoy preparando con lo que tengo para estar en la mejor forma posible”, relató.
La dupla que han conformado Iván García y Germán Sánchez en la prueba de clavados sincronizados, ha sido de las de mayor éxito en el deporte mexicano; ambos ganadores de la presea de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Iván García inició en esta disciplina a los 7 años, Germán a los 10 años de edad; los dos se conocieron desde pequeños en albercas tapatías. Iván comentó que no se dio cuenta en aquel momento sí tenía talento para los clavados, “no lo sé, no podría decirlo porque conforme fueron pasando los años le fui tomando gusto a este deporte. Al principio, los hacía como terapia y me fui enamorando de los clavados, tuve competencias, obviamente en las primeras pruebas quedaba en los últimos lugares, pero puedo decir que de un año a otro, después de estar en los últimos lugares ya peleaba los primeros sitios”, señaló.
En el caso de Germán Sánchez, él se enamoró de los clavados por su papá. “Él fue el primero que me enseñó a aventarme un clavado, siempre quise ser como mi papá, saltar junto con él. Hubo una vez una persona que me dijo que me veía talento para este deporte y que buscara una forma, no digo profesional, pero que fuera a entrenar de mejor forma, yo creo que al igual que Iván, al principio era divertirme, pasarla bien, pero nunca pensé que fuéramos a llegar tan lejos”, indicó.
La vida de ambos deportistas los ha llevado de la mano, no sólo en los clavados, sino también a admirar a varios atletas extranjeros y nacionales. Germán admira a las personas que le han dejado algo bueno, que han puesto algo en su vida, “he convivido y tengo la fortuna de estar con tres atletas que me han ayudado mucho: una es la esposa de Iván (García) Paola Espinosa, Fernando Platas y Jesús Mena, ellos son las personas que me han ayudado en mi carrera”.
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