Un comienzo de carrera muy desafortunado selló el destino de Daniel Suárez en Talladega, donde se llevó a cabo la trigésimo primera fecha de NASCAR y segunda de la ronda de 12 de playoffs.
De por sí había tomado la bandera de largada en una lejana trigésimo primera posición, un desperfecto en el auto #99 del Trackhouse Racing terminó por sentenciar su suerte en el superóvalo de 2.66 millas de longitud (4.27 kilómetros), finalizando vigésimo sexto tras 195 vueltas, siete más de las programadas inicialmente.
En el curso de los primeros giros en el monstruo de Alabama, el piloto de Escudería Telmex Telcel, que llegó rankeado décimo en playoffs, comenzó a perder potencia de forma que dos líneas de autos pasaban por los costados en una inusual escena.
En pleno retroceso, de pronto perdió el control y tocó contra el muro. El auto fue empujado a fosos y aunque logró regresar, ya no pudo recuperar terreno, cayendo hasta el puesto 40, a dos vueltas del ganador. Más tarde, recuperaría un giro y ascendería al lugar 26.
"No era la carrera que habíamos planeado. Definitivamente no fue nuestro día. Ahora tenemos que ir con todo a ganar a Charlotte", dijo el regiomontano, cuyo coequipero Ross Chastain también abandonó por un percance que lo mandó a la enfermería.
La próxima semana, Suárez enfrentará la tercera y última ronda de esta segunda fase de postemporada. La carrera de casa para muchos equipos avecindados en el área de Charlotte, Carolina del Norte, la cual Daniel prácticamente debe ganar para seguir con vida en los playoffs.
De los 12 pilotos que contienden por el campeonato sólo ocho habrán de avanzar a la siguiente ronda.
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