Hoy se cumplen 37 años de la muerte de Rodolfo Guzmán Huerta, mejor conocido como "El Santo", quien luchó en el ring desde 1942.
Guzmán Huerta nació el 23 de septiembre de 1917 en Tulancingo, Hidalgo, antes de luchar, practicó beisbol y futbol americano, además aprendió Jiu-jitsu y lucha grecorromana.
Inició su carrera como luchador en 1934 en el barrio de Tepito, en la Ciudad de México, donde adoptó nombres como “Hombre Rojo”, “Enmascarado” “Murciélago II” y “Demonio Rojo”.
Sin embargo, contrario a lo que había elegido, Jesús Lomelí, su entrenador, le recomendó a Huerta que peleara bajo el seudónimo de El Santo, cuando debutó en la Arena México y formó parte del bando de los rudos, pero se cambió a los técnicos, pues su nuevo nombre así lo exigía.
Sus movimientos en los encordados no fue lo único que lo inmortalizó, su fama despegó cuando José Guadalupe Cruz decide inmortalizarlo en una tira cómica bajo el homónimo del luchador que se imprimía cada semana y llegó a ser tan popular que vendía cerca del millón de copias.
En 1958, José Rodríguez Ruelas produce “Santo contra Cerebro del mal”, primera cinta del conocido luchador, que fue filmada en Cuba con poco presupuesto, pero significó el despegué de Huerta en el cine.
Tras 52 filmes, el Santo dejó de filmar, pues los productores estaban más interesados en otros proyectos; además, la edad del luchador era un factor importante y “Santo en la furia de los karatekas” se convirtió en su último trabajo cinematográfico.
En el cuadrilátero, El Santo jamás perdió su máscara en combate, “la quebradora”, “la de a caballo” y “la plancha” eran las llaves favoritas, en 1982 decidió poner fin a su carrera.
Para su despedida, tuvo tres grandes peleas, la primera en el Palacio de los Deportes, la segunda en la Arena México y la tercera el 12 de septiembre en el Toreo de Cuatro Caminos, en una función donde estuvieron “Gori” Guerrero, el Huracán Ramírez y el Solitario frente al Texano, Signo, Negro Navarro y el Perro Aguayo.
El 5 de febrero de 1984, tras una actuación en el Teatro Blanquita, el Santo murió de un infarto de miocardio y fue sepultado en Mausoleos del Ángel ante cerca de 10 mil personas. Su féretro fue cargado, entre otros, por Black Shadow y Blue Demon.
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