En un partido de dos mitades absolutamente diferentes, Golden State Warriors terminó logrando una remontada de 19 puntos (la tercera más grande de su historia en Playoffs) ante Dallas Mavericks para ganar por 126-117 como local y ponerse al frente por 2-0 en las Finales de la Conferencia Oeste.
Dallas anotó 72 puntos antes del entretiempo con un festival de triples (15) y apenas 13 en el cuarto posterior al regreso al partido. Golden State perdía por 67-48 a 2:20 del descanso largo y terminó sin sufrir demasiado en los minutos finales, con una ventaja de cinco puntos o más durante todo el tramo de los últimos ocho minutos.
El tiro exterior dejó de aparecer para los Mavericks, que no se pudieron sostener ni con individualidades de Luka Doncic (42 puntos y 8 asistencias con 12-23 de campo) y sufrieron el poco trabajo de su segunda unidad comparada a la de Golden State (34 puntos entre Jordan Poole y Otto Porter Jr, apenas 12 para todo el banco de Dallas).
Para los ganadores Poole fue importante, pero Curry fue el que definió el encuentro con sus 32 tantos (6-10 en triples), 8 rebotes y 5 asistencias y Kevon Looney el que les demostró que había un camino: el interior logró el mejor partido de postemporada de su carrera con 21 tantos y 12 rebotes, machacando a Dallas dentro en toda una segunda mitad en la que los Mavs, por su parte, no lograban tener tiros fáciles.
Golden State anotó el doble de puntos en la pintura que Dallas: 62-30. También consiguió el doble de rebotes ofensivos: 8-4. Castiga la formación abierta de los de Jason Kidd como Phoenix no pudo en la serie anterior.
Con Steve Kerr como entrenador, Golden State ha ganado 14 de las 15 series de Playoffs en las que tuvo ventaja de 2-0 (solo cedió las Finales de 2016). Dallas viene de recuperarse de un déficit así ante Phoenix Suns en una serie que cambió muchísimo al llegar a Texas, pero ahora ya ha visto su margen de error disminuirse bastante.
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