En una definición dramática y polémica, Chelsea se impuso 2-1 a Palmeiras en tiempos extra y se quedó con el título del Mundial de Clubes. Con un gol desde el manchón, Los Blues definieron el campeonato y por primera vez en su historia levantan el título de monarcas mundiales.
Un partido que inició un poco flojo, quizás por la tensión, el Chelsea se hizo de las acciones buscando por uno y otro lado, pero El Verdao, tenían claro que deberían defender el cero y de ahí buscar una que les permitiera sorprender a los británicos.
Lo bueno llegó en la segunda parte, a los 55 minutos de tiempo corrido apareció el killer Romelu Lukaku para adelantar a los Blues, después de un saque de banda que remató el belga en el área.
Al 64', el VAR apareció para supervisar una mano dentro del área blue y al final el central decidió marcar el penal para el campeón de Conmebol. Raphael Veiga apareció desde el manchón y puso el empate para los brasileños.
El partido transcurrió entre aproximaciones de los Blues sin contundencia y un Palmeiras que se animaba a ratos, pero que no se dejó impresionar por el equipo inglés. Con el marcador empatado llegaron los tiempos extra y tampoco pasó mucho, hasta que el VAR volvió a escena.
El estado físico de los brasileños le jugó en contra, el esfuerzo fue mucho y no aguantó la presión de Chelsea. Luan García se barrió cuando era el último defensa y se fue expulsado, todo se puso cuesta arriba para el Verdao y, al final, un penal anotado por Kai Havertz le dio el título a la UEFA.
Palmeiras vendió cara la derrota, llevó al extremo al club inglés, pero no fue suficiente. Chelsea se quedó con su primer título del Mundial de Clubes y palomeó una asignatura pendiente. La copa y a brindar.
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