En la noche más triste del llamado Centenar100, Tigres a medio gas goleó 3-0 en el Estadio Victoria, a unos deangelados Rayos de Necaxa que parece aún no tocan fondo.
Ni la presencia de la imponente bandera ni los fuegos artificiales durante el protocolo, sirvieron como aliciente, para un equipo de Rafael Dudamel, que se murió de nada en el coloso de la Colonia Héroes.
Desde los primeros minutos, los Tigres se dedicaron a pasear el balón, ante la inoperancia del equipo local, y sería el nacido en Aguascalientes, quien comenzaría la fiesta felina con una asistencia para que André-Pierre Gignac, para que antes de los 10 minutos los visitantes ya ganaran el partido.
Después de la anotación los universitarios se dedicaron a pasear el balón, incitando a Necaxa a adelantar líneas, pero los Rayos temerosos en todo momento, preferían esperar sobre la media cancha, tanto que Nahuel Guzmán se daba el lujo de interactuar con la tribuna y hasta mofarse del ataque rival.
La única de los Rayos, llegó tras una mala salida del “Patón” que no midió bien un balón que buscaba a Batista, tras el arañón, el balón le llegó a Diego Mantilla, que dio un cabezazo sin fuerza y a un costado de la portería
Para la segunda mitad, Tigres salió a definir el partido y con dos disparos de media distancia por conducto de Jesús Angulo y Luis Quiñones, finiquitaron las acciones, para que arruinar la fiesta en el denominado “Centenario del Terror”.
Ahora Necaxa tendrá que visitar al América a media semana, para recibir a Querétaro el próximo domingo.
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