Atlas venció 2-0 al Pachuca y parece que tiene el título en la mano, el bicampeonato en la mesa. Solo es cuestión de que el próximo domingo en Pachuca, lo tome y se regrese al Jalisco
En un Estadio Jalisco que no lució repleto, pero sí contó con una buena entrada (37,841 aficionados), Atlas salió a buscarlo de entrada y tuvo su premio. Después de varias subidas de José Abella, en uno de esos tantos centros encontró la cabeza de Reyes y el local se puso arriba en el marcador. Con un frentazo seco, que dejó inmóvil a Ustari, el Hueso puso el 1-0 a los 26’.
A pesar del gol y con problemas para aplicar esa intensidad que lo caracteriza, Pachuca tuvo muchas chances de gol. Nicolás Ibáñez se quedó con las ganas un par de veces, Avilés Hurtado también, y hasta el poste estuvo del lado de Camilo en la noche del Jalisco.
Tanto en el primero, como en el segundo tiempo, los Tuzos generaron, pero no concretaron. Y están obligados a salir a ganar en su propia casa para forzar los penales. Atlas contó con alguna que otra jugada clara, como una oportunidad para Julio Furch y que el goleador no supo aprovechar. Es más, su tiro dio en el costado de la red y la gente gritó el gol, sin saber que no había entrado.
El reloj siguió su marcha y Pachuca poco a poco tocó la puerta, pero en un descuido defensivo, Quiñones puso cifras definitivas. El goleador robó el esférico en la banda derecha, se quitó a un defensor y la guardó ante la salida de Ustari, a dos minutos del final.
Con un Anderson Santamaría que sacó todo lo que estuvo a su alrededor, un Luis Reyes determinante (en ataque y en defensa) y un Camilo Vargas figura, Atlas le ganó el primer round a un Pachuca pobre en contundencia. Todo terminó 2-0, para el delirio del Jalisco y la alegría hasta del Canelo Álvarez, presente en el palco de honor.
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