Este 1 de mayo se cumplen 26 años de la partida de un hombre que para Brasil llegó a ser incluso más influyente e importante que el propio fútbol, hasta el punto que cuando la verde amarela ganó el Mundial de Estados Unidos, semanas después del accidente en el que perdió la vida, los jugadores le rindieron tributo ondeando una bandera con su imagen por la cancha.
Seguramente la figura más grande que la parrilla ha logrado ver, sigue hasta hoy presente en el padok en cada competencia, venerado totalmente por el piloto más dominante de la actualidad, Lewis Hamilton, el cual le rinde tributo cada Gran Premio en el diseño de su casco, inspirado en el del brasileño.
Ayrton Senna se fue, en el que hasta ahora sigue siendo uno de los fines de semana más negro en el deporte motor, iniciando con el fallecimiento el sábado, del austriaco Ronald Ratzenberger, y posteriormente el domingo en el reinicio de la carrera, durante la séptima vuelta del Gran Premio de Imola, Italia.
Siempre competitivo Ayrton había decidido abandonar McLare, la escudería con la que había conquistado sus tres títulos mundiales, para firmar con Williams, que había logrado montar un monoplaza dominante en los últimos años, dándole el título a Mansell y la cuarta corona a su archi rival Alain Prost.
Senna perdió la vida debido a la perforación que sufrió su casco por una pieza de la suspensión tras chocar contra la pared en la curva de Tamburello, a casi 200 kilómetros por hora, mientras perseguía a Michael Schumacher. Esa imagen quedó congelada en el tiempo.
A 26 años de su adiós aún hay varias preguntas en el aire sobre aquel fatídico accidente, que en el amanecer de del 1 de mayo de Brasil dejó paralizado a todo un pueblo que le rindió homenaje durante semanas enteras.
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